sábado, 21 de noviembre de 2009
Despues de todo..
Hundió su dedo en el bote de mermelada y se lo llevó a la boca. Nada. Probó con un chocolate caliente. Tampoco ocurrió nada. Cogió el helado de fresa que guardaba para los momentos de bajón. Ni con eso. Lo intentó con el bote de azúcar. Como ya puedes imaginar, fue en vano. Ni las cosas mas dulces conseguían despertar en ella el recuerdo del sabor de la dulzura. Su corazón se había quedado frió. De tanto alejarlo de los demás, al final había cogido telarañas. Lo había metido en una caja para que nada ni nadie lo rompiera. Y al final se había quedado seco, vacio, sin vida.. Y entonces oyó que llamaban a la puerta, y ahi estabas tu, con tu sonrisa de siempre, tu pelo despeinado y el alma escrita en los ojos. Y aquel corazón suyo, que estaba en la caja, volvió a latir, un poco. Lo cogio con cuidado, y se limito a limpiarle las telarañas con una sonrisa. La cogiste suavemente, y la besaste. Recordó a que sabia la dulzura: a tus labios. Y cogió su corazón. "Despues de todo,-pensó- tal vez empiece a usarlo ahora".
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