sábado, 5 de diciembre de 2009

Un día más..

Nada mas levantarse, suele saber que día le espera. Depende de como le devuelva el espejo su imagen somnolienta y despeinada, sabe si ese día va a ser bueno o malo. Y últimamente se repiten demasiado los malos. Lleva demasiados días vistiéndose con una sonrisa que no siente, con unas ganas que no tiene, y con una mascara que oculta su verdad. ¿Y cual es su verdad? la verdad es que cuanto mas conoce a la gente, mas sola se siente.. Porque nadie piensa como ella, y nadie esta dispuesto a escuchar lo que grita su corazón. Porque nadie ve mas allá de lo material, y nadie se preocupa por algo que no sea su aspecto, sus problemas, SUS cosas.. Porque nadie piensa en los demás. Y ya se cansa, ella se cansa de ser la que siempre esta ahí, y para la que nunca hay nadie. Se cansa de ser de verdad, y de estar rodeada de gente de mentira, que no siente, que no sueña, que no se atreve a ser como realmente es, y que se limita a pasar por la vida buscando su propio beneficio. Se cansa de darlo todo y de no recibir nada. De decir que esta bien con los ojos llenos de lágrimas. De llorar hasta quedarse seca. De príncipes azules que siempre acaban destiñendo. De falsos profetas que juran amor y cumplen tan solo traiciones. De no tener nunca ganas de dibujar corazones. Se cansa de que nadie la coja de la mano, la sonría y la escuche mientras habla. De que nadie se regale una sonrisa, y de que nadie la abrace sin ser ella quien lo pida. Se cansa, y siente que ya no puede mas, que su vida se marchita y es incapaz de hacer nada para evitarlo. Y se pierde. Entre la gente que avanza con prisas y no se mira a los ojos, entre ellos se pierde. Y decide que ya no puede mas, y se desnuda y se mete en la cama, después de pasar otro día que no la ha aportado nada. Pero ya está demasiado cansada. Así que decide dormir, dormir para siempre. O al menos hasta que un príncipe que no destiña la despierte, y la devuelva las ganas de vivir.