domingo, 27 de junio de 2010
Estimado Señor Destino:
martes, 22 de junio de 2010
Eres tú.
Una vez más no se como hacerlo. Como volver a darte las gracias por todo esto.
“Esto” empezó hace relativamente poco. Nunca podrás decir: somos amigos de toda la vida. Pero te aseguro que me has dado más en un año y poco que mucha gente en mucho más tiempo. Eres todo lo que me merezco, y mucho más. Eres risas, pero también eres apoyo. Eres locura, y eres madurez. Eres todo, y eres más.
Eres el que aguanta mis paranoias más bobas, mis arrebatos más estúpidos. Pero también el que ríe mis gracias menos graciosas, y mis locuras menos normales. Eres el que hace que me sienta cómoda, y que me muestre como soy. Eres el que lee lo que escribo y siempre tiene un halago para mí. Eres el que hace que sonría si sonríes tú. El que dice que salgo bien en las fotos aunque sean horribles. El que sonríe y dice: todo va a ir bien. El que me ve “llorar” y me abraza. El que hace que me sienta protegida, que nada malo va a pasar, aunque cuando te vayas todo vuelva a derrumbarse. Eres eso que sale por las mañanas y me recuerda que debería ser feliz. Eres mi mejor amigo. Eres el que antepone mi felicidad al resto de cosas, aunque ni yo misma lo haga. Eres el que me dice que soy especial. El que me va a comprar la casa, el coche, el novio, y la Play 3 con el juego del oso. Eres el que me hace fotos a traición. Con el que voy a destruir el mundo. El que estudia tan poco como yo. El que me gana a la brisca. Al que le debo collares. El que cuenta las horas y los minutos. El que hace que de cada día guarde mil momentos buenos. Al que le escribo recuerdos. El que escribe sonrisas. Eres uno de los motivos por los que sigo adelante. El que me reconoce logros que nadie más reconoce. El que sonríe si me ve sonreír. El que hace todo lo posible por que lo haga si estoy seria. Al que pongo en mis redacciones de inglés. Eres el que me hace cantar canciones de los Beatles. Al que torturo los oídos con mi música. Eres mi celestina particular. Mi hado madrino, y mi ángel de la guarda. El único que ha creído en mí Siempre. El que nunca me ha fallado. El que hace que olvide las cosas malas. Eres que me lleva a un campo lleno de pulgas y garrapatas, y consigue que me tumbe y sonría. El que cuenta aviones conmigo. El que me lleva en bici hasta el fin del mundo. El que secuestra a mis problemas cada vez que me lleva con él. Eres el que dice que estoy borracha cuando no lo estoy. El de los abrazos que me levantan por los aires, y me rompen las costillas. El que se hace 30 km y me hace llorar de felicidad en año nuevo. Eres el de la lista de cosas por hacer. El de la corbata de los chinos en la cabeza para hacerme sentir menos ridícula. El de: “yo nunca hago nada por ti”. Eres el que se equivoca, porque hace por mi más que nadie. El que siempre tiene un rato para leer la cuerda. Eres que se merece todo y más. El único que sabía donde acabar de leer mi tablón, y el único que se lo merece. El que siempre me va a tener a su lado. Al que quiero con locura. Al que una vez más, tengo que dar las gracias por todo. Eres el mejor, aunque suene a tópico. Eres una de las piezas clave de mi vida. Eres con el que pasaría horas y horas. Eres Todo. Y eres más. Eres genial.
Eres tú.
lunes, 21 de junio de 2010
Locura de soledad, embriaguez de malestar.
lunes, 14 de junio de 2010
Impotencia.
miércoles, 9 de junio de 2010
Anunciado en el espejo.
martes, 8 de junio de 2010
.. y cuenta nueva.
Decidió que había sido la primera vez. Que era algo nuevo, y por tanto, desconocido. Y así fue como Ella, que tanto había vivido, empezó de nuevo. Olvido todo el dolor, todas las lágrimas y las penas. Las metió en una caja, la subió a lo más alto del armario, y decidió olvidarse de ella. Y esa fue la primera tarde que la besaron. La primera vez que alguien la abrazó, enterrando la cara en su pelo. La primera vez que paseo de la mano. La primera vez que alguien beso su cabeza mientras andaba. O que la cogieron de la cintura. Fue la primera vez que se ruborizó. Que se perdió en unos ojos ajenos. Y que se perdieron en los suyos. La primera vez que la susurraron palabras de esas que ya nadie dice. La primera vez que alguien la hizo sentir especial. La primera vez que sintió mariposas en el estómago. Que quiso que se parara el tiempo. Que sonrió con esa sonrisa estúpida que delataba lo que llevaba por dentro. Que tuvo ganas de gritar a los 4 vientos un "te quiero". La primera vez que un roce la hizo estremecerse, y que alguien escondió besos en su cuello. Que no la importó hacer algo que no la gustara, con tal de estar con El.. Que se enamoró.