lunes, 29 de agosto de 2011

Si te interesa.

Te aviso con antelación, para que luego no te asustes. No venimos con manual de instrucciones, pero intentaré ayudarte por si decides quedarte por aquí más tiempo. Verás, soy más simple de lo que piensas, pero a la vez más complicada de lo que imaginas. Me gustan las cosas sencillas. No me gustan los dobles sentidos, a no ser que su finalidad sea rodar por una cama, envuelta en olores ajenos, y enredada en otros brazos, preferiblemente los tuyos. No me gusta preocuparme por las cosas, no entiendo el afán por pre-ocuparse, para luego volverse a ocupar. No me gusta que me digan lo que he de hacer, lo que debo sentir, o lo que tengo que pensar. Puedo amar algo con todas mis fuerzas, pero si me obligas a hacerlo, acabaré odiándolo. Aborrezco la palabra Adiós, porque me suena a definitivo. Y tampoco me gusta lo que implica la palabra Definitivo, porque las cosas y las personas, quieras o no, cambian. A mejor o a peor, pero cambian. Todo lo que vive cambia. Y si no cambia, es que está muerto. Es sencillo, ¿no crees? No me gusta etiquetar cosas, ni situaciones. Y tampoco me suele gustar generalizar, pues cada persona, y situación, es un mundo. Respecto a los problemas, aplico la frase: "Cuando un problema no tiene solución deja de ser un problema, para ser algo con lo que tienes que vivir." Mis problemas forman parte de mi, de mi mundo. No te preocupes por ellos, ellos no se preocupan de ti. No me gusta contar mis cosas, aunque te agradeceré que me escuches si algún día lo hago, porque será que ya no puedo callarme más. Pero no quiero que me des soluciones, que créeme que habré valorado mil y una vez las opciones que tenía. Solo te pediré que me escuches, que me abraces y me digas que todo va a ir bien. Soy cabezota, indecisa, inconformista, borde, rancia, y por lo general bastante sarcástica. Prefiero que me amputen una mano a decir algo agradable sobre alguien, así, sin más. Pero si eres capaz de aguantar, y tienes la paciencia necesaria, descubrirás que aquí dentro, hay más sentimiento del que te imaginas. Que detrás de todas estas hormonas alteradas, hay historias que no te dejarían dormir, y manos que te acariciarían la espalda hasta que consiguieses hacerlo.

1 comentario:

  1. Ok, tomo nota. No te gusta etiquetar. A partir de ahora las fotos de tuenti las subo yo bien? jajaja ^^

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