lunes, 14 de mayo de 2012

Como el primer día

El día que entraste en mi vida no tenía ni idea de que un día fueras a ser tú una parte importante de ella. El primer día que hablamos  no pensé que esa voz iba a ser especial. Por supuesto que no me enamoré de ti la primera vez que te vi, y sin embargo ahora una mirada es suficiente para hacer que nunca quiera dejar de mirarte. Tampoco la primera vez que quedamos pensé que fuera a ser algo habitual, y hoy se me hacen eternas las horas sin verte.

La primera vez que vi una película contigo no pensé en que el chico que había sentado a mi lado en ese momento iba a ser la persona que dormiría a mi lado, en ese mismo colchón, meses después. Y cuando nos dimos el primer abrazo, no tenía ni idea de hasta que punto iba a necesitar tus brazos a partir de ese momento. Claro que, la primera vez que te besé, tampoco pensaba en que no querría probar más labios nunca. La primera noche que soñé contigo tampoco me imaginaba ni por asomo que las cosas que soñaba pudieran hacerse realidad a tu lado.

Y el primer día que tu ropa apareció en el suelo no imaginé que el tacto de tu piel pudiera ser ahora tan necesario en la mía. La primera vez que tus dedos recorrieron mi cuerpo no imaginé que casi un año después iba a estremecerme con solo recordarlo. La noche que miramos juntos como llovían estrellas no me imaginé que todos esos deseos iban a poder cumplirse.

Y es que, si me permites, eso de que "Te quiero como el primer día" es una grandísima mentira.
Porque el primer día que te quise, no te quería ni la milésima parte de lo que te quiero ahora.

lunes, 7 de mayo de 2012

Gracias

Si sigues empeñándote en ser tan genial, se me van a acabar las comparaciones para hablar de ti, y no voy a poder agradecerte jamás todas las cosas que me has enseñado.
Eres el Sol, porque brillas aunque no te vea, y siempre te las ingenias para hacerme saber que estás ahí, aunque mi día esté nublado, y no sepa por dónde ir, encuentras la forma de sacar el brazo entre las nubes y hacer que me entere de que todo va a ir bien si estás a mi lado. Aunque no pueda verte. Porque eso es lo bueno del Sol. Que te hace darte cuenta de que no siempre tienes que ver las cosas para saber que están ahí.
Y es que eso es algo que me has enseñado tú: Que no necesitas hablar con una persona todos los días, ni abrazarla, ni siquiera verla, para saber que esa persona va a estar ahí siempre, y que nunca va a cambiar nada. Me enseñaste que la amistad de verdad es mucho más fuerte que cualquier barrera.

Eres mi Red, porque no importa desde la altura desde la que me caiga, que tú estás ahí para recoger los cachitos que queden, y hacer que vuelvan a formar parte de una persona. No importa lo que pase, tú siempre tienes un abrazo y una sonrisa listas para mi, para hacerme sonreír, y hacer que me levante. Y a veces lo haces incluso sin que yo tenga que decirte que estoy mal.
Y esa es otra cosa que me has enseñado. Que la gente que te quiere de verdad, está ahí siempre. Aunque no se lo pidas. Y eso es algo que jamás sabré como agradecerte.

Somos la más perfecta simbiosis. A mi me hace feliz hacerte sonreír, y tu sonríes cuando yo soy feliz. Y es que no hay felicidad más sincera que la de hacer felices a los que te importan. Me has enseñado que merezco ser feliz.

Me has enseñado a ser feliz sin depender de otros, a valorarme, el verdadero significado de la amistad.. Me has enseñado tantas cosas que no se cómo agradecértelas todas, pero no te preocupes, que algún día encontraré la forma.

Eres absolutamente genial.
MLS.