lunes, 14 de mayo de 2012

Como el primer día

El día que entraste en mi vida no tenía ni idea de que un día fueras a ser tú una parte importante de ella. El primer día que hablamos  no pensé que esa voz iba a ser especial. Por supuesto que no me enamoré de ti la primera vez que te vi, y sin embargo ahora una mirada es suficiente para hacer que nunca quiera dejar de mirarte. Tampoco la primera vez que quedamos pensé que fuera a ser algo habitual, y hoy se me hacen eternas las horas sin verte.

La primera vez que vi una película contigo no pensé en que el chico que había sentado a mi lado en ese momento iba a ser la persona que dormiría a mi lado, en ese mismo colchón, meses después. Y cuando nos dimos el primer abrazo, no tenía ni idea de hasta que punto iba a necesitar tus brazos a partir de ese momento. Claro que, la primera vez que te besé, tampoco pensaba en que no querría probar más labios nunca. La primera noche que soñé contigo tampoco me imaginaba ni por asomo que las cosas que soñaba pudieran hacerse realidad a tu lado.

Y el primer día que tu ropa apareció en el suelo no imaginé que el tacto de tu piel pudiera ser ahora tan necesario en la mía. La primera vez que tus dedos recorrieron mi cuerpo no imaginé que casi un año después iba a estremecerme con solo recordarlo. La noche que miramos juntos como llovían estrellas no me imaginé que todos esos deseos iban a poder cumplirse.

Y es que, si me permites, eso de que "Te quiero como el primer día" es una grandísima mentira.
Porque el primer día que te quise, no te quería ni la milésima parte de lo que te quiero ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario