Historias..

Le habian dicho que no debia volar, que aun no estaba preparada, que debia esperar a que llegara el momento adecuado..
Pero ella no hizo caso, dejo la seguridad del hogar y se encaminó al monte mas alto. Una vez allí, les contempló en silencio con muda admiración: sus elegantes movimientos, sus agiles piruetas, la majestuosidad de sus alas en contraste con la luz del amanecer..
Les stuvo observando durante largo tiempo, sin cansarse de admirar su belleza, hasta que decidió dejar de alabarles e intentar emular sus pasos, asi que se acerco al borde del acantilado, desplego sus alas, tomo impulso y..
Saltó
Saltó y sintió el aire acariciando sus alas, envolviendo su fragil cuerpo.. sintió una libertad tan grande como nunca había alcanzado a imaginarla. Por primera vez en su vida se sintio totalmente libre. Cerró los ojos y decidió abandonarsea esa nueva y gratificante experiencia..
Cuando volvió a abrir los ojos se dijo que era el momento ideal para batir sus alas y ganar altura. Arqueó su cuerpo como tantas veces les habia visto hacer, intento imitar su batir de alas, pero en lugar del elegante movimiento que esperaba, su cuerpo respondió con una burda sacudida, y comprendió con horror que no era capaz de elevarse y que iba encaminada a estrellarse contra el suelo. Aquello la iba a doler, y no poco precisamente.. Se preparó mentalmente para soportar el dolor fisico que inevitablemente venia a continuacion, y entonces ocurrió: su cuerpo cayó sobre la fria roca y sintio que se le rompian las alas y varios huesos. La sangre que caia de sus heridas se mezclaba con el agua salada de sus lagrimas. La dolia todo el cuerpo. Se miro, en un intento de evaluar el daño sufrido, pero cerró los ojos asustada al observar la cantidad de magulladuras, cortes y heridas que cubrian su cuerpo. Respiró e intento recuperarse, se incorporó y volvió a abrir los ojos al sentir unas presencias sobre ella, y entendió que ellos estaban ahi, y que lo habian visto todo. Se dejo caer, aturdida, y cayó en cuenta de que no estaba preparada para aguantar sus miradas desaprobadoras y a la vez compasivas. Cerró sus ojos bañados en sangre y lagrimas y dejó que su mente se sumiera en un agradable letargo, alejandola del dolor. El ultimo pensamiento antes de desplomarse fue el de un dolor en el que no habia reparado: un sentimiento de impotencia..

Despertó cinco amaneceres mas tarde, en una habitación por cuya ventana se filtraban los primeros rayos del sol. Se movió lentamente, temiendo al dolor, pero descubrió que ya no quedaba en ella resquicio alguno de la caida sufrida con anterioridad. Respaso cada recodo de su mente, hasta dar con aquel sentimiento que la habia asaltado, y decidió acabar con el, costase lo que costase. Miró a su alrededor y no vio a nadie. Escuchó con atención, intentando descubrir algún sonido, y percibió a lo lejos el sonido de alguien acercandosé a la habitacion. Miró la ventana abierta, miró la puerta cerrada, y tomó su decisión. Segundos mas tarde estaba corriendo hacia el acantilado en el que habia probado suerte la primera vez.