Es algo parecido. Creo que ya me he acostumbrado a que no llames nunca. A que no contestes a los mensajes. A ser yo la que de siempre el primer paso. A las escusas que tal vez no lo sean. A respetar tu apatía, tu falta de interés y tu desgana. A intentar sonreír aunque esto vaya cada vez peor. A justificarte delante de medio mudo, y delante mío. A inventar realidades paralelas que lo hagan todo más fácil. A tus cambios de humor. A esas cosas que no entiendo. A justificarlo todo con un: se le pasará. A aguantar como una campeona que pases a mi lado y la única muestra de que hay algo entre nosotros sea un roce, a veces ni siquiera una mirada. A hacer de tripas corazón una vez más, y decirte que te echo de menos, o que te quiero, para que me contestes un: "quejica :P". A repetirme que todo saldrá bien aunque no me lo crea ni yo. A sepultar a esa parte de mi que me repite que no me merezco esto. La que dice que puerta, que no tendría que aguantar más. Y a hacer caso a esa que dice que igual soy yo la que lo saca todo de quicio, y la que pide más de lo que debe. A no saber nada, y a pasar de todo. A llorar hacia adentro, que para afuera no sirve de nada. A tener los cojones, aun con todo, de mandarte otro sms por la noche, diciéndote que te quiero. Y a dormirme, sin que me hayas contestado, sabiendo que ya no vas a hacerlo, pero con la tonta esperanza de que lo hagas.
pues que te voy a decir... en verdad tienes razon.
ResponderEliminar( oye cuanto tiempo hacía que no comentaba una publicacion verdad? jajajja)