miércoles, 4 de agosto de 2010

Lo siento.

A veces es alguien en quien nunca te hubieras fijado. Alguien que, hasta el momento, no sabias que existía. Otras, eres tú quien lleva buscándolo días, meses, e incluso años. En algunos casos, incluso te dicen que llevaban esperando ese momento desde hacía un año. Luego es siempre lo mismo. Al principio, la ilusión, los cosquilleos en el estómago. Las llamadas, los mensajes. Los comentarios, los te quieros. El pensar que va a ser así siempre. Entonces, uno de los dos se involucra demasiado. A veces tu, a veces la otra persona. En ambos casos es igual de incómodo. En ambos casos, te hacen, y haces daño. Pensando en tu caso concretamente, te hice daño. Mucho. Pero también me lo hice a mi. Cada vez que me mirabas como si fuera la cosa más bonita que habías visto nunca, cada vez que me abrazabas. Cada una de esas veces temí romperte el corazón. Cuando dijiste que me esperarías siempre. Cuando descubrí que yo no sería capaz. Ahí temí por ti. Me lo diste todo. Y más. Y yo no supe darte nada. Te quise egoístamente. Resulta curioso. Creo que a pesar de todo nunca te pedí perdón. En parte creo que fue suficiente castigo para mí hacerte llorar. Pero aún así, perdón. Por haberte conocido. Perdóname por entrar en tu vida. Por quererte. Por hacer que te sintieras agradecido, como si fuera lo mejor que te había pasado. Por ser contigo como ellos habían sido conmigo. Por dejar que te enamoraras de mi. Perdón por no enamorarme yo. Por besarte. Por dejar que me dijeras "te quiero". Por no valorarte. Por hacerte daño. Perdóname por darme cuenta de todo ahora. Por no haber sabido verlo antes. Por tener que esperar aquel día a que me dijeran: ¿que pasa?. Por valorar todo lo que hacías por mi. Perdóname. Pero es que he visto una foto, de los dos, de cuando todo era bonito. Y no he podido evitar recordarte. Recordar tus tonterías, tus miedos, y tus besos. Esa forma tan especial que tenías de comerte los cordones de las sudaderas. La forma en que me abrazabas cuando los demás se quedaban dormidos y eramos los reyes de la noche. Las broncas por querernos. Nuestra amiga la rubia. Demasiadas cosas. Gracias por todo. ¿Sabes? Tal vez lo escribo aqui porque se que no vas a leerlo. Que jamás te vas a dar cuenta. Tal vez sea mejor así..



No hay comentarios:

Publicar un comentario