Supongo que siempre fuimos un poco como el agua y el aceite. Cuando tu me sentías, yo no quería hablar de amor. Y cuando era yo quien suspiraba, tu estabas lejos. Muy lejos.
Será que nunca conseguimos ponernos de acuerdo, que cuando yo iba, tu ya habías vuelto. Y que te despertabas cuando ya me había dormido. Que en la misma canción que yo veía y lloraba sentimientos, tú solo escuchabas acordes que tratabas de emular.
Tal vez fue simplemente que tratamos de vivir, cuando no nos correspondía, la alternativa que imaginamos. Que tuvimos prisa por acabar el cuadro cuando estábamos bocetando el dibujo. Y tal vez por eso, todo acabó antes de empezar.
Será que no tuvo que ser. Que al final resultó yo no era tu chica. Y tú no eras mi sonrisa. Que en el fondo, no eramos el uno para el otro.
Será eso. Porque a pesar de todo, Gary Moore ya no habla de ti, y yo soy feliz sin tus palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario