viernes, 9 de noviembre de 2012

Océanos, islas, huracanes y espejismos.

Soy un pequeño océano. Me paso la vida navegando en mis propios pensamientos, y a veces, inevitablemente, me hundo en mi misma.

Si tengo suerte, después de nadar un rato, encuentro una isla en la que creo que todo está bien y me siento a gusto. Generalmente pasado un tiempo la isla se hunde misteriosamente, y yo con ella. Y otra vez me encuentro a la deriva, luchando por mantener la cabeza fuera de todas esas olas que amenazan con hundirme.

Y es que me he bebido tantos vientos por ti, que tengo huracanes en el alma. Huracanes que me impiden nadar con un rumbo fijo. He nadado tantas veces pensando que te encontrabas al final del camino, que a veces creo que he perdido toda la esperanza de que estés realmente ahí cuando no me queden fuerzas para seguir nadando. Tal vez estés esperándome en una de esas islas en las que todo va bien. O tal vez siempre has sido un espejismo que yo me he empeñado en hacer real.

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